Que a
veces la soledad me abruma, 
entrando
de noche por mi ventana,
 sin permiso, y
 como esos mosquitos, 
pica
sobre mi piel, 
dejándome
un escozor que aunque intente paliarlo
 no lo consigo. 
Que ya
no sé si quiero un abrazo
 o un polvo, 
y mucho
menos que es lo que más
 necesito, 
pero
hace tiempo ya de los dos 
y me
siento 
vacío. 
Que no
sé lo que quiero,
 y mucho menos lo que no. 
 Que añoro unos besos que nunca 
me
dieron
 igual que aquellos que sí,
 que se acercaron lentamente a mis labios. 
Que
mata más el recuerdo 
de lo
que no sucedió, 
que del
pasado.  
Que tal
vez seas de otro 
y no
pueda hacer nada, 
o yo no
me atreva.
Que
este poema se acaba,
 y sigo igual de perdido. 
Que necesito
un trago, 
y
empiezan a ser demasiados. 
Que el
calor me abraza,
 pero no son tus brazos.
                                                         
Que que que….
Por Carlos Pelerowski
