Habitación oscura, suciedad por doquier,
ruidos inhóspitos que hielan la piel,
mariposas mueren al entrar,
madera podrida apunto de resquebrajar. 
Olor a sudor y semen,
 alfombra raída con restos de vómito,
cucarachas correteando en la penumbra,
chirrido ventanal…dejando el aire pasar.
Cuadros antiguos,
en descuidados marcos,
armarios gigantes,
con pomos brillantes.
Fotos repugnantes en el suelo desperdigadas,
marionetas de plástico en las paredes pegadas. 
Libros y símbolos satánicos decoran el lugar,
murmullos que se escuchan sin nadie siquiera hablar.
Una vieja radio emite una pavorosa melodía,
la mismísima muerte de miedo se cagaría.
La caja de Pandora ha sido allí vaciada,
no hay lugar para la bondad...sólo lágrimas derramadas.
¿Qué es el amor? se pregunta aquella habitación,
 sábanas manchadas de sangre en el destrozado aparador.
En la mesilla de noche un sándwich de gusanos
y una fundida lámpara de cobre desgastado.
Una lluvia torrencial
hace más infernal aquel lugar,
un charco que se crea 
gota a gota, por culpa de una gotera.
Telarañas en el cabecero de la cama,
cristales de botellas de vodka cubren vacías botellas de vodka.
Marcas de uñas rasgan las puertas, 
colillas formando una figura no resuelta.
Un gato negro con ojos rojos follándose un perro blanco,
el perro tiembla,
el gato abusa,
una imagen tétrica.  
Una niña agachada e intentando no ser vista,
en el rincón de la habitación,
harapientas ropas cubren su cuerpo,
parece asustada, realmente asustada.
Un zorro y un búho disecados,
encima de una repisa de mármol yacen colgados.
El sonido de un violento violonchelo
crea un ambiente maquiavélico.
Losetas rotas y moho entre sus juntas,
un verde-negruzco moho.
El vaivén del viento mueve las ramas de un árbol,
entrechocando estridentemente contra el ventanal.
Se escuchan pasos acercarse a la entrada,
la niña aterrada llora desconsolada,
intentando en el armario gigante esconderse,
sin poder lograrlo…pues éste se encuentra cerrado.
Las pisadas están próximas,
la niña temblorosa busca de forma apresurada,
una llave dorada bajo la almohada,
abridora de la cómoda cerrada.
Consigue abrir aquél armario,
un espeso olor cubre de repente la habitación,
miembros de niños pequeños en su interior,
la puerta se abre, la cría gira la cabeza, ve su perdición… 
Por discípulo de Maestro Sho-Hai...
Por discípulo de Maestro Sho-Hai...
 
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