viernes, 14 de febrero de 2014

Diablo sobre ruedas

XVII-I-MMXIV

Mi brazo es una baqueta,
no una trompeta,
golpea el aire
como una batería
de combate,
tras la ventanilla
de mi diablo rodante,
rampante,
flotante
sobre el asfalto humeante,
me conduce hacia
la pausa de un instante,
me bendice con
la gracia
del ignorante,
con la paz
del infante,
y me hace sentir
en un mar
de bogavantes,
entonces meditaré como antes...
nunca antes.


Por Edgar Kerouac.

No hay comentarios:

Publicar un comentario