viernes, 14 de febrero de 2014

Una falta de ortografía

XVII-I-MMXIV

Soy el que grita
si no grita,
el que se asfixia
al respirar.
La espina del rosal,
sangre derramada
virginal.
Pena como condena,
pérgola
para ciénaga,
sutura,
supura,
hendidura
en tu pesar.
Soy el que cabalga
sin caballo,
sin cabello,
sin merecimiento
y sin final.
El que ama la locura,
loca tortura,
armadura de tortuga
para un déspota
con soberanía
en ningún lugar.
Soy el castillo
derruido,
fortaleza abandonada,
muralla sin arquero
que divide el lado bueno
del lado bueno.
Soy la pócima secreta
nacida en Creta
sin concretar,
una pobre croqueta
sin rebozar.
Un navío mercante,
arrogante,
tan narcisista
que naufragó
por el orgullo
de a nadie avisar.
Un reloj de pared
suelto,
tuerto,
vuelto
y muerto.
Una peonza
sin fuerza,
sin cuerda.
Soy una leyenda
sin recordar,
un mito fuera de lugar,
un gato negro
con tan mala suerte
que vio a otro gato negro pasar.
Soy lo que fui,
una falta de ortografía
en un libro que nadie leerá,
una mota de polvo
encima de un stand,
un armario de madera
en Ikea,
sólo uno más.


Por Edgar Kerouac.

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