miércoles, 7 de mayo de 2014

Generación Beat


En honor a aquellos que hicieron que este blog naciera. Aquí ofrezco mi estudio de Antropología de las Artes.


A finales de los años cuarenta nace la Generación Beat, que no sería nombrada de tal forma  hasta 1948, en una conversación entre Jack Kerouac y John Clellon Holmes -aunque el nombre se difundiría públicamente en 1952-, y que daría paso, a principios de los años sesenta, al movimiento hippie.
            Muchos fueron los sentidos que se le dieron a la palabra “beat”, en aquellos tiempos, los americanos utilizaban tal expresión para emitir, en algunas ocasiones, estar abatido o golpeado, en otras lo utilizaban para separarse de la sociedad con la que no se sentían representados, aunque sus miembros llevaban el término más allá, haciendo referencia a una subcultura subterránea donde se hallaban los “diferentes”, donde desde la oscuridad buscaban y encontraban la luz, englobaba a aquellas personas necesitadas y también lo dotaban de un sentido beatífico.
            La generación beat fue engendrada en Nueva York, aferrada a un movimiento literario que lograría influir en una especie de conciencia social, cuyo deseo utópico era, mediante el arte, cambiar el mundo.
            Antes de incidir más en las características de esta generación, es imprescindible dibujar el escenario en el que se encontraban los miembros que la componían y, por lo tanto, Norteamérica. Años cincuenta, Einsenhower a la cabeza del gobierno, un abrumador dominio de los conservadores americanos, la depresión económica, las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, en medio de la Guerra Fría y la amenaza de la bomba atómica, eran motivos que llevaban al malestar y desesperación de la gente.
            En este panorama, aparecieron unos amigos escritores que coincidían en su pasión por la poesía y la prosa, compartían una visión atractiva de la cultura, además de varias ideas nada convencionales. Los principales miembros de este grupo de amigos eran Jack Kerouac, John Clellon Holmes (ambos compartían ideas revolucionarias y profundas críticas hacia el sistema americano), Allen Ginsberg, William Burroughs y Neal Cassady. Posteriormente el grupo fue creciendo con las incorporaciones de Herbert Huncke, Philip Lamantia, Gregory Corso, Carl Solomon, Lawrence Ferlighetti y Peter Orlovsky, entre otros. Aunque en literatura, como en la mayoría del resto de ámbitos, son los hombres los que parece que lo hayan creado todo, desarrollado y sean los doctos en la materia, sin embargo, los beat también cuentan entre sus filas con mujeres importantes como, por ejemplo, Mary Fabilli, Diane di Prima, Joyce Johnson, Hettie Jones, Joanne Kyger, Denise Levertov, Marge Piercy, Joanna McClure, Janine Pommy Vega, Anne Waldman, Ruth Weiss, Leonore Kandel, Brenda Frazer, Elise Cowen, Mary Norbert Korte, entre otras, prácticamente desconocidas hasta hace bien poco, lástima que se haya tardado tanto en desempolvar y considerar el arte de las mujeres beat, apenas valoradas por los críticos pero sí por los propios hombres beat. La respuesta del beat Gregory Corso a la pregunta “¿Y dónde están las mujeres beat?”, fue la siguiente “Hubo mujeres, ellas estuvieron ahí, yo las traté. Sus familiares las internaron en hospitales psiquiátricos, les aplicaron electroshock. En la década de 1950 si eras hombre podías manifestarte como rebelde, pero si eras mujer tus mismos familiares te encerraban. Hubo muchos casos que yo conocí, sobre los cuales algún día se escribirá”. Este comentario deja clara constancia de la lucha a la que estaban sometidas las mujeres en general, pero en este caso particular las estadounidenses con espíritu y creaciones artisticas de la generación beat. EEUU estaba inmerso en mentes conservadoras y en aquellas mentes no cabía la libertad beat y mucho menos tratándose de mujeres.
            Estos escritores revolucionaron, mediante el movimiento literario, la escena bohemia norteamericana, en la que la terrible realidad en la que vivían, y les rodeaba, por aquel entonces, estaba caracterizada por una visión cruda y ácida. Estos jóvenes intelectuales coincidían en unir el romance hacia la vida, los pesares elementales, el existencialismo moderno, junto a la vida bohemia que representaba la actitud vital. Era su señal de existir, vivir era explorar. Este fue el motivo por el que la filosofía Beat se expresó con más sentido en los escritores de la época, quienes deseaban desarrollar un imaginario nuevo, textos e ideas diferentes. Corrían viajando por carreteras, buscando la inspiración divina entre cafeterías, alcohol y máquinas de escribir.
            Como comentaba anteriormente, esta generación carecía de nombre hasta que a finales de 1952 apareció, en el New York Times Magazine, un artículo de John Clellon Holmes titulado “This is the beat generation”. Tanto Holmes como Kerouac pensaron en los hombres y mujeres que vivían la misma situación y que también, como ellos, eran conscientes de que la sociedad estaba hundida del mismo modo, fue entonces cuando se les ocurrió nombrar a toda una generación golpeada y marginada, y surgió “The Beat Generation”, cuya intención primaria era la de desnombrar, y no nombrar, a una generación. Sin embargo, el artículo de Holmes captó la atención de los lectores y se difundió como hojas caídas de otoño.    
            Nadie mejor que John Clellon Holmes, en su artículo del New York Times, para describir quiénes eran, cómo eran y por qué surgió la Generación Beat:
Any attempt to label an entire generation is unrewarding, and yet the generation which went through the last war, or at least could get a drink easily once it was over, seems to possess a uniform, general quality which demands an adjective... The origins of the word 'beat' are obscure, but the meaning is only too clear to most Americans. More than mere weariness, it implies the feeling of having been used, of being raw. It involves a sort of nakedness of mind, and, ultimately, of soul; a feeling of being reduced to the bedrock of consciousness. In short, it means being undramatically pushed up against the wall of oneself. A man is beat whenever he goes for broke and wagers the sum of his resources on a single number; and the young generation has done that continually from early youth.
Its members have an instinctive individuality, needing no bohemianism or imposed eccentricity to express it. Brought up during the collective bad circumstances of a dreary depression, weaned during the collective uprooting of a global war, they distrust collectivity. But they have never been able to keep the world out of their dreams. The fancies of their childhood inhabited the half-light of Munich, the Nazi-Soviet pact, and the eventual blackout. Their adolescence was spent in a topsy-turvy world of war bonds, swing shifts, and troop movements. They grew to independent mind on beachheads, in gin mills and USO's, in past-midnight arrivals and pre-dawn departures. Their brothers, husbands, fathers or boy friends turned up dead one day at the other end of a telegram. At the four trembling corners of the world, or in the home town invaded by factories or lonely servicemen, they had intimate experience with the nadir and the zenith of human conduct, and little time for much that came between. The peace they inherited was only as secure as the next headline. It was a cold peace. Their own lust for freedon, and the ability to live at a pace that kills (to which the war had adjusted them), led to black markets, bebop, narcotics, sexual promiscuity, hucksterism, and Jean-Paul Sartre. The beatness set in later”.
            O, también, nadie mejor que Jack Kerouac, en una entrevista publicada en el Esquire Magazine, para comentar lo siguiente:
“Beat, que significa abatido y marginado, pero pletórico de una intensa confianza. Incluso ya la habíamos oído en los hipsters de 1910, pronunciándola de la misma manera, con ese mismo desdén melancólico. Nunca significó delincuentes juveniles, sino personajes de una espiritualidad especial que no se oponían a nada más que siendo solitarios Bartlebies escapándose por la funesta ventana tapiada de nuestra civilización. Los héroes subterráneos que finalmente se apartaban de la maquinaria de la “libertad” occidental y tomaban drogas, entendían el bop, tenías visiones introspectivas, experimentaban el “desarreglo de los sentidos”, hablando de manera extraña, siendo pobres y felices, profetizando así un nuevo estilo dentro de la cultura americana, un nuevo estilo (pensábamos) completamente libre de influencias europeas (a diferencia de la Generación Perdida)”.
            La Generación Beat es considerada hija de la Generación Perdida. Esta generación surgió tras las Primera Guerra Mundial, en los años veinte y duró una década. Cansados y habiendo perdido toda ilusión por la situación en la que se estaba sumergiendo su sociedad, muchos autores abandonaron su país y emigraron a París entre la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión, algunos de los escritores más ilustres fueron Ernst Hemingway, John Steinbeck, William Faulkner (estos tres autores fueron Premio Nobel en los años 1954, 1949 y 1962, respectivamente), Ezra Pound, Francis Scott Fitzgerald o John Dos Passos. La Generación Perdida dio a luz en los “felices años veinte”, o también llamados The Jazz Age o The Roaring Twenties, y se cruzó con la estrepitosa caída de la bolsa de Nueva York en 1929. Los escritores de esta generación versaron sobre este período, mediante su pluma y máquinas de escribir, con críticas hacia la guerra y ataques a la opulenta sociedad norteamericana. El mismo Hemingway dijo que se consideraba miembro de la Generación Perdida a aquellos jóvenes intelectuales que habían tomado parte, o habían sido testigos, de la Primera Guerra Mundial. Fue Gertrude Stein quien dio origen al término “Generación Perdida”, el motivo de tal calificativo fue el de referirse a la “pérdida de esperanza tanto en la democracia americana como en la novela naturalista”.
            Sin embargo, aunque existen similitudes entre la Generación Perdida y la Generación Beat, ambas son muy diferentes, no obstante, y nuevamente, nadie mejor que John Clellon Holmes para diferenciar a estas dos generaciones:
            It is a postwar generation, and, in a world which seems to mark its cycles by its wars,    it is already being compared to that other postwar generation, which dubbed itself       'lost'. The Roaring Twenties, and the generation that made them roar, are going           through a sentimental revival, and the comparison is valuable. The Lost Generation           was discovered in a roadster, laughing hysterically because nothing meant anything        anymore. It migrated to Europe, unsure whether it was looking for the 'orgiastic future'     or escaping from the 'puritanical past.' Its symbols were the flapper, the flask of             bootleg whiskey, and an attitude of desparate frivolity best expressed by the line:   'Tennis, anyone?' It was caught up in the romance of disillusionment, until even that became an illusion. Every act in its drama of lostness was a tragic or ironic third act, and T.S. Eliot's The Waste Land was more than the dead-end statement of a perceptive poet. The pervading atmosphere of that poem was an almost objectless sense of loss, through which the reader felt immediately that the cohesion of things had disappeared. It was, for an entire generation, an image which expressed, with dreadful accuracy, its own spiritual condition.
But the wild boys of today are not lost. Their flushed, often scoffing, always intent faces elude the word, and it would sound phony to them. For this generation lacks that eloquent air of bereavement which made so many of the exploits of the Lost Generation symbolic actions. Furthermore, the repeatedinventory of shattered ideals, and the laments about the mud in moral currents, which so obsessed the Lost Generation, do not concern young people today. They take these things frighteningly for granted. They It is a postwar generation, and, in a world which seems to mark its cycles by its wars, it is already being compared to that other postwar generation, which dubbed itself 'lost'. The Roaring Twenties, and the generation that made them roar, are going through a sentimental revival, and the comparison is valuable. The Lost Generation was discovered in a roadster, laughing hysterically because nothing meant anything anymore. It migrated to Europe, unsure whether it was looking for the 'orgiastic future' or escaping from the 'puritanical past.' Its symbols were the flapper, the flask of bootleg whiskey, and an attitude of desparate frivolity best expressed by the line: 'Tennis, anyone?' It was caught up in the romance of disillusionment, until even that became anwere brought up in these ruins and no longer notice them. They drink to 'come down' or to 'get high,' not to illustrate anything. Their excursions into drugs or promiscuity come out of curiousity, not disillusionment.
            Only the most bitter among them would call their reality a nightmare and protest that they have indeed lost something, the future. For ever since they were old enough to imagine one, that has been in jeapordy anyway. The absence of personal and social values is to them, not a revelation shaking the ground beneath them, but a problem demanding a day-to-day solution. How to live seems to them much more crucial than why. And it is precisely at this point that the copywriter and the hotrod driver meet and their identical beatness becomes significant, for, unlike the Lost Generation, which was occupied with the loss of faith, the Beat Generation is becoming more and more occupied with the need for it. As such, it is a disturbing illustration of Voltaire's reliable old joke: 'If there were no God, it would be necessary to invent him.' Not content to bemoan his absence, they are busily and haphazardly inventing totems for him on all sides.
            For the giggling nihilist, eating up the highway at ninety miles an hour and steering with his feet, is no Harry Crosby, the poet of the Lost Generation who planned to fly his plane into the sun one day because he could no longer accept the modern world. On the contrary, the hotrod driver invites death only to outwit it. He is affirming the life within him in the only way he knows how, at the extreme. The eager-faced girl, picked up on a dope charge, is not one of those 'women and girls carried screaming with drink or drugs from public places,' of whom Fitzgerald wrote. Instead, with persuasive seriousness, she describes the sense of community she has found in marijuana, which society never gave her. The copywriter, just as drunk by midnight as his Lost Generation counterpart, probably reads God and Man at Yale during his Sunday afternoon hangover. The difference is this almost exaggerated will to believe in something, if only in themselves. It is a will to believe, even in the face of an inability to do so in conventional terms. And that is bound to lead to excesses in one direction or another”.
            Asentada la diferenciación entre generación beat y generación perdida, pasaré a centrar la atención en la primera, la que, realmente, tiene relevancia en estas palabras que escribo.
            La mayoría de miembros beat eran -los ahora tan conocidos- hipster, ¿pero qué significaba ser hipster? Marty Jezer en “The Dark Ages: Life In The U.S. 1945-1960”, define al hipster de la década de 1940 del siguiente modo:
            “El mundo del hipster en que Kerouac y Ginsberg navegaron y de mediados de los          cuarenta e inicios de los cincuenta fue un movimiento amorfo sin ideología, más una             pose que una   actitud; una forma de “ser” sin tratar de explicar por qué. Hipsters por            sí mismos sin dar explicaciones a nadie. Su lenguaje, limitado como fuese, fue     suficientemente oscuro para   desafiar traducción en su discurso de todos los días. Su           rechazo a lo ordinario fue tan completo que apenas podían soportar la realidad.   La medida de su retiro fue su desconfianza del lenguaje. Una palabra como cool      podría querer decir cualquiera de un número de cosas contradictorias, su   definición no vino de la acepción de la palabra más bien de la emoción detrás de             ella y su acompañamiento no verbal, expresiones faciales-  corporales. Cuando los          hipsters pusieron juntos una frase coherente, fue siempre prologada con la     palabra como para manifestar que en el principio lo que se entendía fue     probablemente una ilusión. Sin pasado, ni futuro, sólo un presente que existía en las             existenciales alas de sonido. Un solo del bebop de Charlie Parker, esa fue la verdad. El   punto de vista del hipster sobre el mundo no estaba dividido entre “mundo libre” y          “bloque comunista”, y esto fue puesto aparte de su ortodoxia recurrente. El            dualismo Hipster, en   lugar de eso, trascendió líneas geopolíticas a favor de niveles de      conciencia”.
            Es decir, ser hipster iba más allá de una simple moda o un modo concreto de vestir, ser hipster era una forma de ser siendo, sin preguntar qué, cómo o cuándo. Este estilo de ser tan pura, tipos de pensamientos como estos eran los que gobernaban las mentes de los miembros de la generación beat.
            El biógrafo del increíble jazzista Charlie Parker, comenta sobre los hipster -en el libro Historia del jazz moderno de Frank Tirro- lo siguiente:
  Para el hipster, Bird fue una justificación viva de su filosofía. El hipster es un hombre subterráneo. Es para la Segunda Guerra Mundial lo que el dadaísta fue para la Primera. Es amoral, anarquista, cortés, y sobre-civilizado hasta la decadencia. Siempre diez pasos por delante en el juego, por su conciencia, un ejemplo de lo cual podría ser conocer a una chica y rechazarla, porque sabe que saldrán en citas, se tomarán de las manos, se besarán, se acariciarán, fornicarán, quizá se casarán, se divorciarán... ¿así que para qué iniciar todo? Conoce la hipocresía de la burocracia, el odio implícito en la religión ¿entonces qué es lo que este valora? Como no sea para pasar la vida evitando el dolor, tener a raya a sus emociones, y ser cool. Anda buscando algo que trasciende toda esta sandez y lo encuentra en el jazz”.
            Es fácil apreciar que generación beat y cultura hipster era prácticamente una sola cosa, tan unidos que resulta prácticamente imposible separarlos. Lo mismo ocurría con el jazz, el trío Beat-Hipster-Jazz formaba una mezcla inseparable, como la mantequilla y la mermelada, un borracho y su botella o un poeta y una hoja de papel.
            Kerouac comentó en el Esquire lo siguiente sobre el jazz:
Tomábamos taza tras taza de café las 24 horas, poniendo un disco tras otro de Wardell Gray, Lester Young, Dexter Gordon, Willie Jackson, Lennie Tristano y todos los demás, hablando alocadamente sobre aquel nuevo sentimiento de santidad que veíamos surgir allí afuera, en la calle. Escribíamos relatos sobre extraños y beatíficos jazzeros negros, santos de barba que hacían dedo por todo Iowa con sus instrumentos, llevando el secreto mensaje de su respiración hacia otras costas, otras ciudades, como auténticos Walters Desposeídos al frente de una invisible Cruzada Fundamental. Teníamos nuestros héroes místicos y además escribíamos musicales novelas sobre ellos, largos poemas verticales que celebraban a los nuevos “ángeles” de la América subterránea”.
            Oriente fue un punto clave para la generación beat, ya que compartían con ésta ideales y pensamientos. Oriente les aportó un arco iris con multitud de tonalidades y estímulos que abarcaba desde la filosofía hasta la bisutería, era la paz tan ansiada por los miembros de esta generación. Como dice Cilleruelo, en la revista El Ciervo, “lo oriental les ofrecía un argumento para rechazar el seco racionalismo del siglo XX sin caer en el irracionalismo (...) Oriente surtió a los poetas beat con su inagotable bazar iconográfico referencial. Los beat funden sin excesivos reparos su cotidianidad americana con su idealidad hacia la casa del sol naciente”. La naturaleza, el ecologismo, refugiarse en lo salvaje como método de llegar al yo interior, fue una constante en muchos de ellos, así como las religiones en aquel entonces exóticas, como el budismo, la filosofía zen, etc. Oriente se adentró en el interior de los beat por cada poro de sus cuerpos, incluso Kerouac realizó un libro exclusivamente de haikus. Un haiku (normalmente en español “jaiku”), es un tipo de poesía en japonés. Yo lo denomino el poema de la esencia, pues consta de tres versos de cinco, siete y cinco moras (sustituidas a sílabas en traducciones a otras lenguas) respectivamente. El haiku, habitualmente, reproduce la sensación que el poeta siente en la contemplación de la naturaleza, por ese motivo, con la mayor brevedad posible el poeta debe dibujar en tan sólo tres versos, la grandiosidad de la emoción producida, de ahí que haya decidido humildemente denominarlo poema de la esencia. Muestro aquí algunos de los haikus de Kerouac de su Libro de Jaikus (debido a la traducción al castellano, la métrica normal de los haiku no coincide): 

                                                                         La luna
                                                                         es un
                                                                    limón ciego.

                                                               Después de la lluvia
                                                                   las rosas rojas
                                                               en el verde, verdes.

                                                                Abeja ¿por qué
                                                           te quedas mirándome?
                                                               ¡No soy una flor!
            Allen Ginsberg también cayó en el encanto y sencillez -que no por ello fácil- de los haiku. Algunos ejemplos de ellos son los siguientes, nunca publicados y en su idioma original:
                                                           Mayan head in a
                                                       Pacific driftwood bole
                                                      Someday I'll live in N.Y.

                                                      I slapped the mosquito
                                                             and missed.
                                                    What made me do that?

                                                           Reading haiku
                                                           I am unhappy,
                                                  longing for the Nameless.

                                                            Another year
                                                        has past the world
                                                           is no different.
            Las columnas vertebrales -en forma de obras- de la generación beat son On the Road de Jack Kerouac, una novela en la que Kerouac narra sus viajes por carretera desde Nueva York a Nueva Orleans, Ciudad de México, San Francisco, Chicago y su regreso a Nueva York, su estilo fluido y narrado -creador de la “prosa espontánea”- como si el mismo Kerouac te estuviese hablando cara a cara, la hacen única y necesaria no para cualquier lector, sino para cualquier persona; Yonqui de William Burroughs, que fue el libro de cabecera de Kurt Cobain, y Almuerzo desnudo -también de Burroughs-, complicado de leer debido al peculiar estilo de escribir del autor denominado “cut-up”, consistente en collages narrativos que rompen con las normas sintácticas. En este libro Burroughs dice lo siguiente “a partir de cierta frecuencia, la necesidad no conoce límite ni control alguno... Estás dispuesto a mentir, engañar, denunciar a tus amigos, robar, hacer lo que sea para satisfacer esa necesidad total”, en esta novela el autor estaba bajo el delirio absoluto y la desesperación que le producían el consumo y la abstinencia. De hecho, en la introducción confiesa que no tiene un recuerdo preciso de haber escrito las notas publicadas con el título de El almuerzo desnudo. Por último, la última columna del templo beat es el delicioso y exquisito poema de Allen Ginsberg Howl, que consigue cambiarte para siempre, cada leída es un renacimiento nuevo, un poema fuera de lo común, único y crítico feroz de la sociedad de aquel entonces, además de ser un canto a la locura y lucidez.
            Otro poema magnífico y algo más corto que el largo Howl de Ginsberg es La balada de los esqueletos, aquí plasmada:
                                               Dijo el esqueleto Presidente
                                               No firmaré el proyecto de ley
                                               Dijo el esqueleto Portavoz
                                               Sí que lo harás

                                               Dijo el esqueleto Congresista
                                               Me opongo
Dijo el esqueleto Corte Suprema
                                               Qué esperabas

                                               Dijo el esqueleto Militar
                                               Compra bombas galácticas
                                               Dijo el esqueleto Clase Alta
                                               Que se mueren de hambre las mamis solteras

                                               Dijo el esqueleto Yahoo
                                               Eliminad el arte obsceno
                                               Dijo el esqueleto Ala Derecha
                                               No hagas caso a tu corazón

                                               Dijo el esqueleto Gnóstico
                                               La figura humana es divina
                                               Dijo el esqueleto Orden Moral
                                               No, no lo es, es mía

                                               Dijo el esqueleto Buda
                                               La compasión es riqueza
                                               Dijo el esqueleto Empresario
                                               Malo para tu bienestar

                                               Dijo el esqueleto del viejo Cristo
                                               Atended a los pobres
                                               Dijo el esqueleto Hijo de Dios
                                               El SIDA necesita cura

                                               Dijo el esqueleto Homófobo
                                               Los gays la chupan
                                               Dijo el esqueleto Política Racial
                                               Los negros no están de suerte

                                               Dijo el esqueleto Macho
                                               Las mujeres en su sitio
                                               Dijo el esqueleto Fundamentalista
                                               Que se multiplique la raza humana

                                               Dijo el esqueleto Pro-Vida
                                               El feto tiene alma
                                               Dijo el esqueleto Pro-Aborto
                                               Que te la metan por el ojete

                                               Dijo el esqueleto Ajuste de Plantilla
                                               Los robots me quitaron el trabajo
                                               Dijo el esqueleto Lucha Contra el Crimen
                                               Gas lacrimógeno a la chusma

                                               Dijo el esqueleto Gobernador
                                               Eliminen el comedor escolar
                                               Dijo el esqueleto Alcalde
                                               Cómanse el recorte presupuestario

                                               Dijo el esqueleto Neoconservador
                                               ¡Fuera de las calles los sin hogar!
                                               Dijo el esqueleto Mercado Libre
                                               Úsenlos para carne

                                               Dijo el esqueleto Comité de Sabios
                                               El Mercado Libre es el camino
                                               Dijo el esqueleto Caja de Ahorros
                                               Que pague el Estado

                                               Dijo el esqueleto Chrysler
                                               Que pague por ti & por mí
                                               Dijo el esqueleto Fuerza Nuclear
                                               & por mí & por mí & por mí

                                               Dijo el esqueleto Ecológico
                                               Mantén azul el cielo
                                               Dijo el esqueleto Multinacional
                                               ¿Cuánto me das por ello?

                                               Dijo el esqueleto NAFTA
                                               Hazte rico, Libre Cambio
                                               Dijo el esqueleto Maquiladora
                                               Talleres explotadores, paga baja

                                               Dijo el esqueleto Tratado de Libre Comercio
                                               Un solo mundo, alta tecnología
                                               Dijo el esqueleto Clase Baja
                                               Menudo timo

                                               Dijo el esqueleto Banco Mundial
                                               Talad los árboles
                                               Dijo el esqueleto FMI
                                               Compra queso americano

                                               Dijo el esqueleto Subdesarrollado
                                               Queremos arroz
                                               Dijo el esqueleto Grandes Potencias
                                               Vende tus huesos para dados

                                               Dijo el esqueleto Ayatolá
                                               Muere escritor muere
                                               Dijo el esqueleto Joe Stalin
                                               No es mentira

                                               Dijo el esqueleto China
                                               Me he tragado el Tíbet
                                               Dijo el esqueleto Dalai Lama
                                               Menuda indigestión

                                               Dijo el esqueleto Coro Mundial
                                               Ése es su destino
                                               Dijo el esqueleto USA
                                               Salvemos Kuwait

                                               Dijo el esqueleto Petroquímica
                                               ¡Rugid, bombarderos, rugid!
                                               Dijo el esqueleto Psicodélico
                                               Fúmate un dinosaurio

                                               Dijo el esqueleto de Nancy
                                               Di no a las drogas
                                               Dijo el esqueleto Rasta
                                               Fuma, Nancy, fuma

                                               Dijo el esqueleto Demagogia
                                               No fumes hierba
                                               Dijo el esqueleto Alcohólico
                                               Que se te pudra el hígado

                                               Dijo el esqueleto Yonqui
                                               ¿Qué hay de un pico?
                                               Dijo el esqueleto Gran Hermano
                                               Cárcel para esos mierdas

                                               Dijo el esqueleto Espejo
                                               Eh, guapa
                                               Dijo el esqueleto Silla Eléctrica
                                               Eh, ¿qué se cuece?

                                               Dijo el esqueleto Talkshaw
                                               Que te follen
                                               Dijo el esqueleto Valores de la Familia
                                               Mi familia valora el spray defensivo

                                               Dijo el esqueleto NY Times
                                               Eso no se puede publicar
                                               Dijo el esqueleto CIA
                                                ¿No pillas la indirecta?

                                               Dijo el esqueleto de la Red
                                               Créete mis mentiras
                                               Dijo el esqueleto Publicidad
                                               ¡Te pasas de listo!

                                               Dijo el esqueleto Poder Mediático
                                               Créeme
                                               Dijo el esqueleto Sofá & TV
                                               A mí qué más me da

                                               Dijo el esqueleto TV
                                               Come decibelios
                                               Dijo el esqueleto Telediario
                                               Esto es todo Buenas Noches.


            Otro excelso poema que para mí merece estar presente en este escrito, perteneciente a la gran escritora beat Lenore Kandel, y un grito de rebeldía que ni siquiera el tiempo puede silenciar, es First they slaughtered the angels (en español Primero cazaron a los ángeles). Lo dejo impregnado sobre el papel, esperando que origine ascuas que se transformen en fuego de ansías por leerlo y releerlo.
                                                Primero cazaron a los ángeles
                                   atando sus piernas blancas y flacas con cables
                                                                      y
                                 abriendo sus gargantas de seda con cuchillos helados
                                       Murieron revoloteando sus alas como pollos
                                 y sus sangres inmortales mojaron el suelo ardiente

                                                  los vimos desde el subsuelo
                                                desde las lápidas, las criptas
                                            masticando nuestros dedos huesudos
                                                                     y
                                  temblando en nuestras sábanas manchadas de orín
                                         Los serafines y los querubines se fueron
                                 se los comieron y les rompieron las médulas óseas
                                   se limpiaron sus culos con plumas de ángeles
                                y ahora caminan por los escombros de las calles con
                                                  ojos como fosas de fuego

                                                  ¿quién engañó a los ángeles?
                           ¿quién robó el santo grial y lo cercenó por una jarra de vino?
                                         ¿quién jodió el cuerno dorado de Gabriel?
                                                     ¿fue un trabajo interno?

                                                  ¿quién asó el cordero de dios?
                           ¿quién descargó las llaves de San Pedro por la boca de un
                                                inodoro de una Playa del Norte?

                 ¿quién violó a Santa María con un consolador de plástico marcado con el
                                          sello de Buenas Prácticas de aprobación?
                                                      ¿fue un trabajo externo?

                                                 ¿dónde están nuestras armas?
                     ¿dónde están nuestros garrotes, nuestros lanzallamas, nuestro gas
                                            venenoso, nuestras granadas de mano?
              empuñamos nuestras armas y nuestras rodillas producen tarjetas de crédito,
                                                 vomitamos cheques cancelados
            parados con las piernas extendidas con esfínteres abiertos llorando agua jabonosa
                                                    de nuestros ojos radiactivos
                                                               y gritando
                                                          por el último rifle
                                                          el cañón mesiánico
                                                          la bomba pascual

                                 los vientres de las mujeres abiertos y los chicos eliminan
                                                        su salida con bayonetas
                                   escupiendo sangre en los ojos de las parteras ciegas
                               antes de empalarse a sí mismos sobre sus propias espadas

                     los penes de los hombres se vuelven ametralladoras azules de acero,
                             que eyaculan balas, esparcieron muerte como un orgasmo
                  los amantes ruedan en los arbustos desgarrando en los genitales del otro
                                                           con uñas de hierro

                      la sangre fresca es servida en bares de comida sana libre de gérmenes
                                                           vasos de papel
                                   tomo un trago por las mujeres del club sifilíticas
                                               en máscaras de papel maché
                        cada uno el mismo rostro pintado a mano de la madre de Hamlet
                                                        a la edad de diez
                                                   vemos desde el subsuelo
                                               nuestros ojos como periscopios
                            arrojando los dedos a los perros como barras de caramelo
                                              en un esfuerzo para sus ladridos
                                           en un esfuerzo por mantener la paz
                         en un esfuerzo para hacer amigos e influenciar personas

                            derrumbamos nuestros refugios antibombas vulnerables
                                 doblamos nuestras balsas salvavidas doblables
                                                 y en el recuento de doce
                        todos ellos se desintegraron en montones de mierda de rata
                              alimentando el crecimiento de las flores venenosas
                                           y las plantas de venus en jarra

                                                   se acurrucan bajo tierra
                           abrazando el pecho poroso con brazos enmohecidos
                escuchando el goteo lento de la sangre de nuestras venas cortadas
                            cerrando hasta arriba los cierres de nuestros cráneos
                                          para ventilar nuestros cerebros
                                      ellos asesinaron a nuestros ángeles

                         vendimos nuestros cuerpos y nuestras horas a los curiosos
                           pagamos nuestra infancia en lavaplatos y meprobamato
                               y echamos sal sobre nuestros nervios sangrantes
                                             en el curso de la búsqueda
                                   y tienen mierda en la boca abierta de dios
                              colgaron los santos en camisas de fuerza y tienen
                                          tranquilizados a los profetas
                                      
                                              ambos negados, cristo y la pija
                                      y diagnosticado como un Buda catatónico
                                castraron a los sacerdotes y a los hombres santos y
                                     censuraron incluso las palabras de amor
                                             ¡Lobotomía para cada hombre!
                                    y designaron a un eunuco para presidente
                                           ¡Lobotomía para la ama de casa!
                                            ¡Lobotomía para el empresario!
                                    ¡Lobotomía para los jardines de infancia!
                                            y ellos asesinaron a los ángeles

                    ahora en los callejones los andróginos se están juntando aleteando sus
                        campanas leprosas como incensarios, mientras preparan el ritual
                                                       la violación de dios
                              la grasa que hace brillar sus labios es la grasa de los ángeles
                      la sangre de esas tortas en sus garras es la sangre de los ángeles

                           se están juntando en las calles y jugando a los dados con
                                                        ojos de ángeles
                            están proyectando los últimos lotes del armageddon

                                      ahora en las consecuencias de la mañana
                         estamos rodando las piedras del subsuelo, de las cuevas
                               ampliamos nuestras visiones de peyote en los ojos
                                y enjuagaron nuestras bocas con vino de anoche
                 rellenaron los agujeros en nuestros brazos con polvo y arrojaron
                                           libaciones a los pies de cada uno

                             y entraremos por las calles y caminaremos entre ellos y
                                                            batallaremos
                         sosteniendo nuestras manos delgadas y vacías en lo alto
                                pasaremos entre los extraños del mundo como un
                                                         viento amargo

                                          y nuestra sangre fundirá el hierro
                                          y nuestro aliento fundirá el acero
                                    miraremos cara a cara con ojos desnudos
                                    y nuestras lágrimas provocará terremotos
                 y nuestro llanto hará montañas para ascender y el sol para detener

                               ¡ELLOS NO ASESINARÁN MÁS ÁNGELES!
                                                    ni siquiera nosotros

            Por otro lado, también la generación beat tuvo sus vacas flacas. Dos de los sucesos que darían mala fama a esta generación fueron la muerte de David Kammerer y la muerte de la mujer de Burroughs. En el primer suceso ocurrió lo siguiente, David Kammerer y Lucien Carr, dos amigos y miembros beat, el 13 de agosto de 1944, durante una de las fiestas de la banda de amigos, Kammerer se insinuó a Carr por enésima vez, amagó con violarlo y Lucien sacó un cuchillo de boy scout, clavándolo repetidas veces en Kammerer. Posteriormente, pensando que Kammerer estaba muerto -todavía no lo estaba-, lanzó el cuerpo al río, donde finalmente éste murió. Carr acabaría en prisión, Kerouac y Burroughs detenidos por ser posibles cómplices. El grupo entraría en crisis, pero se sobrepondría a ella. Posteriormente a este suceso, serían muchos los libros que relatarían este asesinato con todo lujo de detalles, como por ejemplo el libro escrito por los propios Burroughs y Kerouac Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques. El segundo episodio que marcaría un gran escándalo en la órbita beat, sucedió durante una de la fiestas habituales en las que se sumergían los miembros beat, Burroughs y su mujer Joan, puestos hasta las cejas de alcohol, marihuana, morfina, heroína y todo lo que se encontraban a su paso. Joan bromea con Burroughs -con pistola en mano-, intentando dañar su orgullo al asegurar que no se atrevería a disparar ni siquiera a un pájaro, a lo que éste le propone jugar a “Guillermo Tell”. Joan se puso su vaso de ginebra con limonada sobre la cabeza y Burroughs apuntó -como tantas otras veces, pues en este juego no eran novatos-, sin embargo, esta vez el vaso cayó intacto, la bala impactó a Joan, y ésta murió.
            Otro pequeño gesto que intentó ensuciar a la generación beat fue acuñarla con el nombre de “beatnik”, creado este sobrenombre por el periodista (y, posteriormente, Premio Pulitzer) Herb Caen. Éste fusionó las palabras “beat” y “Sputnik” con el fin de mostrar a la generación beat como antiamericana y comunista. Mientras que en la jerga local “beat” representaba cultura, actitud y literatura, la palabra “beatnik” se usaba para estereotipar la cultura beat. Según Ginsberg “beat” era un modo de ser, una identidad, mientras que “beatnik” era ropa de moda, una simple imagen. Finalmente, acabaron aceptando la palabra “beatnik” con el habitual cinismo beat, como no podía ser de otra forma.
           
Conclusión
           En primer lugar, antes de comenzar con la conclusión que he llevado acabo tras finalizar este estudio antropológico sobre la generación beat, me gustaría mencionar una opinión personal válida quizá para nadie excepto para mí.
           Pienso que el objetivo de un artista debe ser el de causar una emoción tanto en sí mismo como en el público, no importa cuál, ni siquiera que sea compartida la emoción del artista con la del público o que coincida el público, en su totalidad, en la misma emoción. Así como tampoco importa el mensaje que quiera transmitir el artista. Para mí, lo más bello del arte y el artista es conseguir causar una emoción, esto es lo más complicado y lo que logra ocupar un vacío en la persona que lo experimenta. A mi modo de razonar, el arte posee multitud de órganos, pero su órgano vital es la emoción.
           A modo de conclusión, he de decir que en este trabajo se han juntado dos ingredientes esenciales y potentes, como son el arte y la libertad a la hora de realizar el trabajo. Arte no puede ir acompañado de represión, necesita libertad, es lo que hace que el arte sea arte. Aunque sigan existiendo ciertos tipos de represión, limitaciones y censuras para los artistas, aunque en el pasado existiesen épocas de tan dura represión, en sus mentes los artistas son libres. La represión nunca conseguirá limitar esa libertad que va más allá de lo físico, pues incluso la propia represión puede ser fuente de inspiración, es decir, el arte siempre sabrá cómo escapar de cualquier jaula a la que la quieran encerrar. El arte es libertad, su  fuente primigenia.
           Realizando este estudio me he sentido un pequeño y humilde artista gracias a esa libertad total que he tenido a la hora de llevarlo a cabo. He elegido este tema por el desorbitado interés que suscita a mis sentidos, que tanta inspiración engendra en mí y que me despierta a bofetadas del tedio de un día al azar. Cuando algo lo ejecutas con la mayor de las motivaciones y tus ojos, repletos de brillo de ilusión, el trabajo deja de ser trabajo. Pues trabajo, en su definición, es aquello que realizas a cambio de una retribución económica, en este caso una nota, un aprobado, pero con esta pequeña obra documentada no busco el aprobado, mi retribución es interior, y ya estoy compensado con creces. Ahora, simplemente busco compartir el conocimiento de estos grandes artistas, que durante una época tan complicada se refugiaron en la belleza de la palabra escrita, con notas celestiales de jazz como inspiración y la paz que les aportaba la filosofía de Oriente y su sol naciente.
           Insisto, este trabajo no lo he considerado como tal, pues el arte muere cuando se pierde esa pasión, ilusión y amor puras que posee, inherentemente, el arte. El dinero ha logrado mancillar estos hermosos atributos. Cuando los artistas priman en primer lugar el dinero a la pasión en su obra, es decir, lo consideran como trabajo antes que pasión, una hoja del árbol del arte cae, pierde la totalidad de su color y naturaleza y entonces muere.  
           Quizá haya utilizado demasiadas citas literales en el transcurso de este estudio, sin embargo, las veo totalmente esenciales, pues nadie mejor que esas personas -que son las que han sentido en sus pieles esas complicadas situaciones sociales en las que estaban inmersos, que originaron un cambio, que vivieron codo a codo unos con otros-, para describir algo que yo comprendo pero no he vivido. Sería faltarles al respeto si en esta obra, sobre ellos, no apareciesen sus palabras tal cual las dijeron, sin adorno, sin modificación. Un trabajo sobre la generación beat sin esencia beat carecería de sentido.
           Tal vez, siendo estudiante de quinto de Psicología y, prácticamente, psicólogo profesional, debería ser mucho más crítico con ciertas actitudes, estilos de vida y acciones que han llevado a cabo miembros beat. Sin embargo, veo en ellos, en sus peculiares estilos de vida y obras (tan sumamente ligados, pues sus vidas guiaban sus obras e incluso, en ocasiones, sus obras marcaban el camino de sus vidas), tal pureza, tanta perfecta imperfección perfecta...consiguen que me identifique con ellos de un modo genuino, logrando que mis estudios en Psicología ejerzan una insuficiente fuerza en mí como para disminuir el gozo que esta generación crea en mi persona.
            Antes de cerrar este escueto estudio, me encantaría añadir unas magníficas palabras de Ernst Fischer, de su obra La necesidad del arte, Fischer dice que “todo arte está condicionado por el tiempo y representa la humanidad en la medida en que corresponde a las ideas y aspiraciones, a las necesidades y esperanzas de una situación histórica particular. Pero, al mismo tiempo, el arte va más allá, supera este límite y, en cada momento histórico crea un momento de la humanidad, susceptible de un desarrollo constante”. A partir de estas palabras, y trasladándolo a la generación beat, el tiempo de esta generación está limitado a aquellos años donde sus pensamientos y necesidades tenían sentido, donde sus actitudes y actos tenían un porqué, un porqué engendrado por la situación en la que se encontraban esas personas. Es decir, en cualquier otro tiempo, incluso otro espacio, no tendrían ningún tipo de sentido o utilidad, no serían comprensibles. Sin embargo, y al mismo tiempo, todo ese arte es inmortal, llega a nuestros tiempos, a mis manos por ejemplo, y logra hacerme regresar a aquellos tiempos, a sentir y comprender aquellas necesidades por las que luchaban mediante su plumas y sus estilos de vida, y es en ese preciso momento cuando ocurre la magia del arte, yo continúo desarrollando el arte de la generación beat, simplemente manteniendo su esencia en mi mente, hablando sobre ellos a mis amigos o realizando este estudio, donde los motivos que llevaron a la formación de la generación beat siguen vivos, aquí, ahora. En este papel resucito el pasado, resurge la generación beat, golpeada y marginada pero nunca derrotada. Originada en un momento concreto de la historia, mas perenne al olvido la cargaremos en nuestros hombros hasta el fin de los días. 





            Finalizada la conclusión, me gustaría despedirme con las últimas, y bellísimas, palabras escritas del maestro Burroughs, días antes de morir, en 1997. Dice así “No hay nada. No hay sabiduría final ni experiencia reveladora; ninguna jodida cosa. No hay Santo Grial. No hay Satori definitivo ni solución final. Sólo conflicto. La única cosa que puede resolver este conflicto es el amor. Amor puro. Lo que yo siento ahora y sentí siempre por mis gatos. ¿Amor? ¿Qué es eso? El calmante más natural para el dolor que existe. Amor”.







Por Edgar Kerouac.

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