lunes, 3 de marzo de 2014

Cráneo


Cráneo subterráneo, sin corazón sólo hiel, tú que tras las escaleras sin peldaños te escondes, pretendiendo ser sin ser, tú que miras con los ojos que no tienes, que no sabes cuando es lunes o domingo, tú que desconoces el significado de las cosas porque eres todas esas cosas sin ser ninguna. Cráneo, que eres hueso duro como mármol, cráneo calavera de antaño. Cuando la luna diga basta, apague la luz que alumbra las miradas descarriadas. Cuando bajo tierra, mientras los gusanos te meriendan, quieras dar ofrenda al órgano que dejó de latir, con el que tanto tiempo no quisiste dejar de combatir. Llorarás cuando ya no hace falta llorar. Sólo eres paja, pero creíste ser el rey. Ahora, encuadrado y apresado entre madera de baobab, quieres salir de la sombra en la que tantos años viviste. Siento decirte que llegas tarde, has quedado decapitado, del corazón separado, y sin él sólo eres pasto de cangrejos, ermitaños o el tesoro de algún sabueso que tenga ganas de lamer un hueso. Para eso has quedado cráneo amar...gado.



Por Edgar Kerouac.

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