Encontrar
la soledad
En lo
más profundo del río
Que
fluye por tu cuerpo.
Buscar
las caricias
En la
tierra fría
Que te
abraza cuando,
Borracho
y cansado
Caes
sobre ella.
Besar
la botella
Sabiendo
que ese amargor
Pronto se convertirá en ilusión.                               
Ilusión
metamorfoseada  mágicamente,
Llevándote
a la locura 
Que te
atrapa en la noche.
Dónde
una vez dentro,
No
podrás escapar hasta que el Sol
Rompa
el hechizo.
Encontrar
a alguien igual que tú,
Con el
que compartir la botella,
La
música, la vida.
No
olvidar la ciudad que te acoge,
Volver
cada año por los mismos callejones.
Tocar
esas piedras, sentir que todo se acaba.
Y, que
sin embargo, al final,
Por
alguna razón que el vino da,
Saber
que todos esos recuerdos estarán ahí,
Donde
yacen tus huesos bajo el peso de la vida.
Morir
como un vagamundo,
Sabiendo
que no has desperdiciado
El
camino que has recorrido.
Hacerse
fuego, envuelto en llamas
Arrojarte
al vacío del mundo,
Y poder
salir ileso.
Y, por
fin
Como el
ave fénix,
Resurgir
de tus cenizas 
Como un
hombre nuevo.
Y mirar
atrás, y poder sonreír
Mientras
los ojos se empapan
En
lágrimas, lágrimas empapadas
En
vino.
Por Henry Borowsky...

 
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