"VAGINOFLEXIA
- nombre femeninoTécnica de realizar figuras u objetos con tu cuerpo, introduciendo unos dedos girándolos sucesivas veces."
Odio las noches donde apareces para
arrastrarme a lo profundo de mi cuerpo. 
Tengo un vacío que tú llenaste, pero abriste
el sumidero del olvido, sin saber que él te arrastraba también a ti. 
Ya solo recuerdo tu mirada y tus lunares,
porque los aprendí de memoria. Sería capaz de plasmarlos y convencer a la
Inquisición de que la Tierra gira alrededor de tus besos. No ardería en la
hoguera, si no en tu cuerpo. 
Daría mi oreja a cambio de sentir tus pechos
en mis espalda una noche de lujuria más. No sé si es una prueba de amor
mutilarse, o si a Van Gogh le funcionó, pero prefiero eso a que cauterices mi
corazón. 
Recuerdo el timbre de tu voz, y como
pronunciabas algunas palabras hasta que estallabas en una carcajada porque yo
me reía de ti. Nunca nos faltaron sonrisas, y sin embargo no fue suficiente. 
La corriente es demasiado fuerte y poco queda
ya a lo que aferrarse. Odio estas noches, y sin embargo las necesito. 
Cada vez son menos frecuentes, y cada vez
duele menos, y creo que ahora te recuerdo con una sonrisa, y no con una
lágrima. Mis bolsillos por fin se han vaciado, y ya no flotan barcos de papel
en ellos. 
Ahora te miro desde la distancia, sin poder
olvidar tus ojos. Ahora ya no te recuerdo desde el dolor, parece que todo sana
poco a poco. 
Y sin embargo bastan unas palabras para que
este equilibrio se desmorone como un castillo de naipes. Lo sujeto fuerte, pero
es difícil. 
Nunca se me dieron bien las manualidades,
excepto cuando las practicaba entre tus piernas. No sé si lo que yo hacía era
vaginoflexia, pero creaba diferentes formas en tu cuerpo, te retorcías y
levantabas la espalda, formando una curva perfecta, con mis dedos como guía.
Era hermoso ver tu cuerpo desnudo bailando al compás del mío. 
Encajábamos como dos piezas de Tetris, como
rocas de un acueducto romano. Estábamos hechos el uno para el otro, pero creo
que perdiste las instrucciones de como montarme.
Carlos Pelerowski.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario