El gato gime de dolor
mientras su dueño
harto de darle de comer
decide golpearlo hasta acabar con su
existencia.
El niño gime de impotencia
cuando el padre le castiga
y le pega
por no aprobar la materia.
La mujer gime de placer
cuando el amante 
decide atarla a la cama
y azotarla mientras la penetra.
El hombre gime de rabia,
cuando la mujer se marcha
cerrando para siempre la puerta,
de su corazón y de su alma
El anciano gime sin más,
pues su cabeza hace tiempo
que navega entre niebla,
y no es capaz de saber ni quien era.
Por bukowski...
 
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